Parasubidas
showroom de las ideas
viernes, 2 de marzo de 2012
Oración por Marilyn Monroe - Ernesto Cardenal
recibe a esta muchacha conocida en toda la tierra
con el nombre de Marilyn Monroe
aunque ese no era su verdadero nombre
(pero Tú conoces su verdadero nombre, el de la
huerfanita violada a los 9 años
y la empleadita de tienda que a los 16 se había
querido matar)
y que ahora se presenta ante Ti sin ningún maquillaje
sin su Agente de Prensa
sin fotógrafos y sin firmar autógrafos
sola como un astronauta frente a la noche espacial.
Ella soñó cuando niña que estaba desnuda en una iglesia
(según cuenta el Time)
ante una multitud postrada, con las cabezas en el suelo
y tenía que caminar en puntillas para no pisar las cabezas.
Tú conoces nuestros sueños mejor que los psiquiatras.
Iglesia, casa, cueva, son la seguridad del seno materno
pero también algo más que eso...
Las cabezas son los admiradores, es claro
(la masa de cabezas en la oscuridad bajo el chorro de luz).
Pero el templo no son los estudios de la 20th Century Fox.
El templo -de mármol y oro- es el templo de su cuerpo
en el que está el Hijo del Hombre con un látigo en la mano
expulsando a los mercaderes de la 20th Century Fox
que hicieron de Tu casa de oración una cueva de ladrones.
Señor
en este mundo contaminado de pecados y radiactividad
Tú no culparás tan sólo a una empleadita de tienda.
Que como toda empleadita de tienda soñó ser estrella de cine.
Y su sueño fue realidad (pero como la realidad del tecnicolor).
Ella no hizo sino actuar según el script que le dimos
-El de nuestras propias vidas- Y era un script absurdo.
Perdónale Señor y perdónanos a nosotros
por nuestra 20th Century
por esta Colosal Super-Producción en la que todos hemos trabajado.
Ella tenía hambre de amor y le ofrecimos tranquilizantes.
Para la tristeza de no ser santos
se le recomendó el Psicoanálisis.
Recuerda Señor su creciente pavor a la cámara
y el odio al maquillaje -insistiendo en maquillarse
en cada escena-
y cómo se fue haciendo mayor el horror
y mayor la impuntualidad a los estudios.
Como toda empleadita de tienda
soñó ser estrella de cine.
Y su vida fue irreal como un sueño que un psiquiatra interpreta y archiva.
Sus romances fueron un beso con los ojos cerrados
que cuando se abren los ojos
se descubre que fue bajo reflectores y apagan los reflectores!
y desmontan las dos paredes del aposento (era un set cinematográfico)
mientras el Director se aleja con su libreta porque la escena ya fue tomada.
O como un viaje en yate, un beso en Singapur, un
baile en Río la recepción en la mansión del Duque
y la Duquesa de Windsor
vistos en la salita del apartamento miserable.
La película terminó sin el beso final.
La hallaron muerta en su cama con la mano en el teléfono.
Y los detectives no supieron a quién iba a llamar.
Fue
como alguien que ha marcado el número de la única voz amiga
y oye tan sólo la voz de un disco que le dice: WRONG NUMBER
O como alguien que herido por los gangsters
alarga la mano a un teléfono desconectado.
Señor
quienquiera que haya sido el que ella iba a llamar
y no llamó (y tal vez no era nadie
o era Alguien cuyo número no está en el Directorio de Los Angeles)
contesta Tú el teléfono!
Ernesto Cardenal
lunes, 25 de julio de 2011
Ciudadelas y desiertos
sábado, 2 de julio de 2011
martes, 28 de junio de 2011
miércoles, 13 de abril de 2011
Caminando por Caracas / 2. Capitolio: Parte I. "Extraños como las ardillas negras"

No veo a Leo desde que vivíamos en Rio de Janeiro. Nació en Punto Fijo y mal conoce Caracas. Anunció su visita hace un par de semanas y antes de que llegara ya había planeado con Alejandro la ruta por la que lo pasearíamos. Nos gusta eso de ser guías turísticos y turistas a la vez.
Comenzamos por el Centro. Cámara en mano bajamos por la 1era Avenida de Los Palos Grandes y nos conseguimos con las paredes cubiertas con nuevos posters de FE, un joven arquitecto de la FAU que hizo de algunas calles caraqueñas museos abiertos con obras clásicas impresas en papel. De las bailarinas de Degas pasamos frente a un “mototaxi” y Leo, muy aventurero y temerario, preguntó si podíamos ir en uno. Logré manipular su curiosidad y llevarlo directo al metro.
Ya en Capitolio fuimos directo a las Escalinatas de El Calvario donde estaban sentadas varias parejas de bachilleres enamorándose. Le había hablado bastante de Villanueva así que bajamos a la plaza O’Leary y nos topamos con el Oficial Solórzano, “Guardia Patrimonial” sin armas, interesado en explicarnos a nosotros, los turistas, todo lo que no sabíamos de la historia de esas esquinas. Después de hablar de los pecados de Páez, la esquina de Angelitos y las meretrices, sorprendido de que fuésemos venezolanos y recordando aquella lejana vez que tuvo que ir a Chacao a hacer alguna diligencia del Seguro Social, se ofreció para tomarnos una foto. Al final posó muy alegre a nuestro lado y antes de irnos se aseguró de obtener las imágenes: “Acá tienen mi correo, mándenme esas fotos, mis amigos no me van a creer este cuento, que me puse a hablar con unos catires de Altamira, que ustedes son venezolanos y son buena gente”.
Sintiéndome extraña apunté hacia las Torres de El Silencio y le eché a Leo el cuento del Plan Rotival y de la Caracas que nunca fue. Volvimos sobre nuestros pasos y nos detuvimos en el Palacio de las Academias. Queríamos pasar pero no pudimos porque era refugio para los afectados por las recientes lluvias. “Allí vivía gente”. En la puerta, una de las damnificadas nos dijo que podíamos entrar, pero un sutil funcionario nos mostró la cámara que teníamos en frente: “Hay Asamblea, la gente acá está muy pendiente, vengan otro día.”
Frustrados entramos en la Iglesia de San Francisco: una pared llena de medallas, fotos y títulos, ofrendas a San Onofre por bachilleres y universitarios graduados; un Cristo más que humano; un padre enseñándole a su hijo, aún en uniforme de colegio, a rezar; un obrero lleno de pintura durmiendo en uno de los bancos con su gorra tapándole la cara. Conmovidos seguimos hasta la Plaza Bolívar. Un grupo de bolivianos hablando aymara le tomaba fotos a las ardillas negras con sus celulares y unos niños las alimentaban con maní tostado. Al voltear a la “Esquina Caliente” leímos un cartel que, con una extraña redacción, decía: “AVISO. Se le participa a la comunidad revolucionaria que deseen participar y pertenecer al Frente Revolucionario del Poder Popular con el fin de poner nuestro granito de arena y obtener la Venezuela que nosotros y nuestro Comandante anhela y los niños, niñas y adolescentes tengan el futuro que se merecen. NOTA: las personas que deseen permanecer deben ser netamente venezolanas (por favor). Interesados llamar a (…) ¡Venceremos!”
Cuestionándome el sentimiento de turista en la ciudad donde nací, seguimos caminando hacia historias más interesantes que quedarán para la segunda parte de este paseo.
Caminando por Caracas / 1. La Castellana: “Esconderse en un rincón del mundo”

A Javier Marichal, educador sentimental
Dicen que a mediados del XX, después de que nuestras calles de tierra pasaron a ser de asfalto y decidimos ser una ciudad “moderna”, el valle nos quedó pequeño y empezamos a vivir apretados. Ante esta ciudad que llena lo verde con asfalto y frente a algunos habitantes (y gobernantes) que nos quitan el poco espacio que queda decidí un día conquistar mis propios lugares. Descubrir sus retiros raros. Cada rincón nuevo que surge del descubrimiento lo siento mío, como si me hubiera estado esperando siempre para alegrarme entre tanto caos. Así, caminando por La Castellana, llegué un día a la Librería Estudios.
Escondida en un lugar que no le hacía justicia en forma a la esencia de lo que tenía en sus estantes y mesas, Estudios fue la primera de mis conquistas caraqueñas. Era un lugar para ir a sorprenderse. Y yo necesitaba mantener vivo mi asombro que a veces se dormía entre tanta automatización caraqueña. Sobre todo, era un lugar para aprender en esos días cuando la Academia se nos volvía pesada y la curiosidad rebasaba sus paredes.
Trabajando en el Banco del Libro, otro entrañable lugar, descubrí una Literatura Infantil diferente. Cuando preguntaba dónde conseguir esas maravillas porque necesitaba, más que verlas, poseerlas para poder disfrutarlas siempre, me hablaban de un gran librero que estaba en La Castellana, un hombre casi mítico, que todo lo sabía o todo lo buscaba y conseguía. Fue así como llegué a él. Yo no iba a Estudios por los libros, iba para que su gran librero me mostrara sus tesoros, y entonces ahí aparecían los libros. Al entrar caminaba de prisa los diez pasos que me permitían voltear a la derecha y verlo buscando maravillas en su computadora, sentado en su pequeño escritorio, donde siempre exhibía alguna novedad en la que yo pegaba los ojos y el deseo.
De esta conquista no sólo disfrutaba yo, éramos varios los compañeros de café, novedades y asombros; de tiempo en tiempo siempre hubo una tarde para tomarse un jugo en la Majestic y terminar hablando de música, de grandes ilustradores, de la vida, de todo lo que ese gran conversador tuviera tiempo de compartir. Cuando sabíamos que alguien se había dado su vuelta preguntábamos curiosos qué novedades traía. Siempre expectantes. Porque el señor Javier participaba de esa esperanza de los curiosos, y siempre salíamos con el alma- o esa cosa que nos mueve- bien llena. Además seguíamos vibrando cuando lográbamos, posiblemente después de haber perdido una tarde de clases católicas, volver a casa con una bolsa bajo el brazo y la mente demasiado activa.
Dentro de mis conquistas iba creando esa pequeña seguridad que necesita el que lo sabe todo cambiante e inestable; esperaba, con inocente fe, que eternamente se encontraran allí esos lugares, que la librería estuviera abierta siempre, porque sabía con certeza absoluta que el señor Javier me sorprendería con algo hasta la mañana de un sábado. Pero este abril a nuestra muralla se le cayeron varios ladrillos, de los que se encontraban en la base, además. Supe que, por motivos poco nobles, Estudios cerraría, que se perdería uno de nuestros refugios.
Intentamos adaptarnos a esta ciudad, pero otras manos mueven las piezas y nosotros no podemos controlar las jugadas mayores. A veces, impotentes, nos rendimos. Mantenemos la fuerza tan difícil de lograr, pero cualquier tarde pasan estas cosas.
“Descansamos sólo lo necesario para continuar”
El señor Javier ha sido parte de nuestra educación sentimental, él y sus libros nos han ayudado a hacer alma, y por eso después de la primera tristeza que nos produjo la noticia del cierre toca, como a los personajes de Jimmy Liao que él mismo nos descubrió, esconderse en un rincón del mundo, y pronto, muy pronto, asomar la cabeza y continuar.
viernes, 10 de diciembre de 2010
Jaime Jaramillo
domingo, 7 de noviembre de 2010
miércoles, 30 de junio de 2010
domingo, 16 de mayo de 2010
domingo, 9 de mayo de 2010
domingo, 25 de abril de 2010
viernes, 25 de diciembre de 2009
jueves, 18 de junio de 2009
Gramática Prática (ou Melhoramentos)
Dios y Dios son cuatro
Lo que falta no te falta
Você está lá em cima no céu mas está
todo
es pa lha do
Falas voltem e elas voltam
E não se juntam
Lá em cima no teu céu
(o único lugar onde respiras)
o azul é de um dia claro sem nuvens
E há peixes estudando a ciência atmosférica
do meteorologista
Precisar não é carência,
é só vontade
Mas lá no fundo, encovado, afundado
as olheiras profundas
as fundas convicções
o suspiro fundo
no fundo do mar
O fornecedor de coragem
traz ela em sacolas
E lá em cima no teu céu
como quem cobre e enche
com movimento simultâneo
o teu abraço
que é do tamanho do mundo
martes, 16 de junio de 2009
VADEMECUM
ABUSO DE INCAPAZES
Abusar
em proveito próprio ou alheio
de necessidade
paixão
simplicidade
ou inexperiência
.
ÍNDICE ALFABÉTICO
Abandono material
Abandono intelectual
Abandono
.
Arrependimento posterior
Arrependimento eficaz
Arte farmacêutica
Asfixia
.
Circunstâncias agravantes
Circunstâncias atenuantes
Circunstâncias incomunicáveis
Circunstâncias relevantes
Concurso de crimes
Circunstâncias agravantes
Circunstâncias atenuantes
Circunstâncias incomunicáveis
Circunstâncias relevantes
Concurso de crimes
.
CRIMES
Crime complexo
Crime continuado
Crime impossível
Crimes conexos
Contra a honra
Contra a inviolabilidade dos segredos
Contra a liberdade pessoal
Contra o privilégio de invenção
Contra os costumes
Contra o sentimento
Crimes culposos
Crimes de perigo comum
Crimes permanentes
.
NOTA SOBRE CRIMES
Dois a oito anos
Se o crime é cometido
Com abuso de confiança
Ou destreza
A pena aumenta-se
De um terço
Se o crime é praticado
Durante o repouso noturno
martes, 9 de junio de 2009
"Que" galicado o de cómo odiar a tu hermana
Según el Panhispánico de dudas blah blah blah blah blah
En síntesis, no es "así es que me gusta" sino "así es como me gusta"
Qué delicado
sábado, 6 de junio de 2009
miércoles, 3 de junio de 2009
Bioautografia
si puedo evitarlo"
(Miyó Vestrini)
I dreamed a dream
Sonhei com a infância
Fiz bagunça de moleque
Engoli um pássaro que ainda estava voando
Saíram asas
As mordi
A memória virou guardapalavra
Tampoco puedo querer ser nada
Nunca fui inha de mulherzinha
Virei mulher de pirata
Não quero ser mulher de pirata
El Corcovado de Notre Dame
Blanca de Nieve
não existem
Só em mim
Eu que tenho
duas línguas
maternas.